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[Rtado Fiscal]|Febrero 2016

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La Administración MM está avanzando en el proceso de consolidación fiscal necesario para superar de forma sustentable el persistente desequilibrio heredado por el lado de la balanza de pagos local. Sin embargo, por ahora, no lo está haciendo ni en la forma, ni al ritmo anunciado oportunamente. Todo esto, más allá del comunicado oficial del MECON, que claramente omite resaltar varias cuestiones relevantes en su análisis.

Pero avancemos por partes y en orden, para asegurar la mayor claridad y comprensión de las cifras en cuestión.

Durante el primer bimestre de 2016 los ingresos genuinos del Sector Público Nacional no Financiero totalizaron $ 220.724 millones, incrementándose un 27,9% nominal respecto del mismo período de 2015. Claramente, el mayor aporte correspondió a los ingresos tributarios que totalizaron $ 124.102 millones durante el período en cuestión, incrementándose en un 25,6% nominal respecto del primer bimestre de 2015. En tanto, el otro renglón importante, las contribuciones a la seguridad social, sumó $ 88.070 millones durante los primeros dos meses de 2016, creciendo a un ritmo interanual de 30,4% nominal.

Ahora bien. No hay que dejar de tener en cuenta de cara a lo que resta de 2016, que ambos renglones, tributos y contribuciones, se desaceleraron perceptiblemente en febrero respecto de enero y que, con ellos, lo hizo el total de ingresos genuinos del SPNNF.

En particular, los ingresos tributarios crecieron a un ritmo interanual de 22,3% nominal en febrero, frente al 28,7% que habían registrado en enero. Algo similar pasó con las contribuciones, que pasaron de crecer un ritmo interanual de 31,3% anual en enero, a uno de 29,3% en febrero. Consecuentemente, el ingreso genuino total que había logrado marcar un avance interanual de 30% en nominal en enero, registró uno de 25,8% nominal anual en febrero.

En la vereda de enfrente, el gasto primario realizó el movimiento exactamente inverso, aún a pesar del retraso en los pagos a los proveedores que se están verificando como resultado de las reorganizaciones ministeriales (firmas, generación deuda flotante) y de a fuerte contracción experimentada por el gasto de capital (-6,5% nominal en febrero).

En particular, el gasto primario del SPNNF registró un alza interanual de 23,2% nominal en febrero, frente al alza de 22,6% nominal anual registrada en enero. En consecuencia, cerró el primer bimestre de 2016 con un alza interanual de 22,9% nominal. Resaltó la aceleración del gasto corriente en remuneraciones, que promedió un alza de 40,3% nominal anual en febrero, frente al 25,7% registrado en enero.

Claramente, y en línea con lo señalado en el párrafo anterior, el mayor dinamismo nominal correspondió al rubro corriente (+22,9% nominal anual en el primer bimestre) Frente a un gasto en capital que avanzó sólo 8,2% nominal anual durante el mismo período.

Léase, dada una tasa de inflación en torno a 31,7% anual para el primer bimestre de 2016, estamos ante una contracción real de los ingresos genuinos de -2,9% anual y de los gastos primarios del SPNNF de -6,7% anual. Claramente, el ajuste es más fuerte en el caso de los segundos. Asimismo, el ajuste real por el lado del gasto primario pasó hasta ahora mucho más por el lado de la inversión pública (-17,9% real anual), que por el lado del gasto corriente (-5,2% real anual).

De lo dicho se desprende un resultado primario deficitario en $ 17.925 millones (anualizado equivalente a -1,5% PBI nominal estimado para 2016) frente al rojo primario de $ 21.553 millones registrado durante el mismo período de 2015 (anualizado equivalente a -2,4% PBI nominal 2015) Ergo, el déficit primario realizado por el SPNNF durante el primer bimestre de 2016 resultó 16,8% inferior al registrado durante el mismo período de 2015.

¿Qué hubiera pasado si no se hubieran registrado atrasos en los pagos de bienes y servicios como resultado de las reorganizaciones ministeriales y, consecuentemente, ese rubro hubiera tenido una evolución similar al resto del gasto corriente?

Respuesta. El gasto primario habría promediado un alza de 25,1% nominal anual durante el primer bimestre de 2016 y, consecuentemente, el déficit primario acumulado durante el citado período no se hubiera reducido en términos absolutos respecto del lapso comprable de 2015 (estimado en $ 22.136 millones), aunque si lo habría hecho en términos reales y en relación al PBI (-1,9%). Una evolución mucho más acorde con la magnitud del ajuste fiscal neto anunciado hasta el momento (combinación de anuncios de recortes y aumentos de gasto, con los de reducción de impuestos)

Llegados a este punto, vale la pena resaltar que durante el período bajo análisis la ANSES continuó usando parte de la rentabilidad obtenida sobre los recursos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) del Sistema Previsional Argentino (SIPA) para el financiamiento de gasto corriente, accionar que atenta contra la sustentabilidad del último. Más aún, si tomamos en cuenta, por un lado, que estamos en un contexto de alta inflación (la no reinversión de buena parte de esa rentabilidad, afecta negativamente el valor real de los recursos del FGS) Y, por el otro lado, que al tratarse de un sistema de reparto y dadas las tendencias demográficas locales, el mismo resulta estructuralmente deficitario de cara al futuro.

En particular, la ANSES utilizó rentas del FGS por $ 6.878 millones durante el primer bimestre de 2016, cifra que superó en un 7% nominal el monto utilizado durante el mismo período de 2015. En términos del PBI estimado para 2016, estamos hablando de recursos equivalentes a 0,6 puntos del mismo (anualizado)

Ahora bien. El MECON decidió excluir los recursos derivados del giro de utilidades del BCRA y el uso por parte de la ANSES de la rentabilidad obtenida sobre el FGS del SIPA para el cálculo del resultado primario del SPNNF. Ya que como sostuvimos durante años en nuestros informes, lo primero es simple emisión monetaria (hecho reconocido por el propio BCRA) y lo segundo constituye endeudamiento no registrado del SPNNF con el Sistema Previsional. Es decir, son emisión y deuda, respectivamente. Y como tales no son ingresos, sino fuentes de financiamiento.

Sin embargo, si los considera para el cálculo del resultado financiero. Enfoque con el que no coincidimos. Pues, justamente, Si son fuentes de financiamiento (emisión y deuda) se contabilizan por debajo de la línea. Es decir, después del resultado financiero. No antes.

Ergo, nuestro cálculo de resultado financiero difiere, por lo señalado en el párrafo previo, del cálculo oficial. No ocurre lo mismo con el resultado primario, donde coincidimos.

Volviendo. De acuerdo a la contabilidad oficial, dados vencimientos de intereses de la deuda por $ 11.686 millones (-21,3% nominal vs primer bimestre 2015) y la mencionada utilización por parte del ANSES de las rentas del FGS del SIPA, el rojo financiero ascendió a $ 22.734 millones durante el primer bimestre de 2016, reduciéndose en casi un 24% nominal respecto del registrado durante igual período de 2015. Dicho guarismo (correctamente anualizado) ascendió a 1,9% del PBI nominal estimado para 2016.

En tanto, si no consideramos las rentas del FGS utilizadas por el ANSES, el rojo financiero real del SPNNF alcanzó los $ $ 29.612 millones Guarismo casi 19% inferior al registrado en igual periodo de 2015 y equivalente a 2,9% del PBI nominal estimado para 2016 (anualizado) Asimismo, podemos estimar que si no se hubieran registrado los mencionados retrasos en los pagos del rubro “consumo de bienes y servicios” el déficit financiero real del SPNNF habría sido de $ 33.822 millones (7,1% inferior al del mismo período de 2015), equivaliendo a 2,9% del PBI estimado para 2016 (anualizado)

Concluyendo: No se puede negar que, afortunadamente y luego de años de resistencia, el proceso de consolidación fiscal nacional está avanzando, evidenciándose el mismo en el menor ritmo de crecimiento nominal interanual del gasto primario frente a los ingresos genuinos del SPNNF. Sin embargo, por ahora, no lo está haciendo ni en la forma, ni al ritmo anunciado oportunamente.

Profundizando. Desde el punto de vista del ritmo, vale la pena señalar que buena parte de la desaceleración lograda sobre el gasto primario y, consecuentemente, una porción considerable de la mejora lograda respecto del resultado primario durante el primer bimestre de 2016 no es genuina. Pues, deriva del retraso en los pagos de bienes y servicios consumidos durante ese período y en el último tramo de 2015, como resultado de los procesos de reorganización ministerial (firmas y auditorías internas de gastos) Sin ese elemento, el déficit primario del SPNNF habría sido bastante mayor al anunciado oficialmente. Es decir, el SPNNF está generando deuda flotante. Deuda que deberá saldar en lo que restra de 2016, ya sea en efectivo o emitiendo deuda registrada. Situación que impactará en los resultados primarios de los próximos meses.

Respecto de las formas. En primer lugar, la parte genuina del ajuste fiscal del primer bimestre de 2016 dependió mucho más del recorte de los gastos de capital, que de los ajustes logrados por el lado del gasto corriente. En particular, el segundo sólo desaceleró en forma genuina como resultado de los ajustes anunciados en las tarifas eléctricas. Sin embargo, no ocurrió lo mismo en el rubro remuneraciones, por citar un ejemplo. En ese sentido, dadas las evidentes deficiencias y congestión de la infraestructura económica local, por un lado, y el claro exceso y evidentes ineficiencias del gasto primario corriente del SPNNF, no pareciera que este fuera el enfoque recomendable para el proceso de consolidación fiscal en curso.

En segundo lugar, y desde el punto de vista de la mejora del resultado financiero, hay que señalar además que se siguen utilizando las rentas obtenidas sobre el FGS del SIPA para financiar gasto corriente y en una magnitud similar a las del período comparable de 2015. Accionar que atenta contra la sustentabilidad del SIPA, por las razones desarrolladas previamente.