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[333]| Del 26 a 30/10 de 2015

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Argentina – Confirmado: Se van con todo. Como adelantáramos en nuestro último informe, post resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales 2015, la Administración CFK reaccionó ante el magro triunfo electoral de la misma manera que lo hizo durante los ocho años previos cada vez que enfrentó un claro límite institucional, político y/o social. Esto es, se replegó, endureció su discurso y dialéctica, asignó responsabilidades externas, desempolvó fantasmas y antinomias del pasado, y sembró temores de cara a lo que vendrá.

Cumplió al pie de la letra el viejo adagio: “A perro viejo, no hay quien le enseñe trucos nuevos”

Consecuentemente, en lo que a la gestión económica se refiere, también fue más de lo tristemente adelantado en informes previos: Arrinconada por la falta de sustentabilidad manifiesta del actual equilibrio macroeconómico, con la fecha de vencimiento en el horizonte y ante la imposibilidad de asegurarse una continuidad “renga”, se la juega a todo o nada.

Esto es, endurecer el ya claramente contraproducente enfoque administrativo de la balanza de pagos y profundizar el sesgo expansivo de su política fiscal, minimizando el ritmo de pérdida de las ya exiguas reservas del BCRA y, al mismo tiempo, sosteniendo la “sensación de prosperidad”

Profundizando. Durante la semana pasado el BCRA decidió reducir en un 50% el cupo de venta de dólares sin autorización a importadores y operadores turísticos (de US$ 150 mil a US$ 75 mil aunque sin formalidades) El endurecimiento del torniquete también le llegó a las automotrices, que sufrieron una quita del 20% en el monto de divisas que estaban cobrando semanalmente. Esta reducción se suma a otra del 30% realizada en agosto, por lo que el flujo de dólares que recibían a fines de julio se redujo ahora a la mitad. Dado que la mayor parte de la producción se exporta a Brasil que, crisis mediante, redujo fuertemente la demanda, las terminales se están aplicando suspensiones o adelantos de vacaciones para compensar el menor ritmo de actividad que se registra actualmente.

El BCRA también decidió subir el rendimiento de los depósitos a plazo (vía suba de tasas en la colocación semanal de letras y notas del organismo en torno a 300 puntos básicos en todos los plazos) Desde hoy las tasas mínimas con las que las entidades financieras remunerarán a los ahorristas se ubicarán en torno al 26,3% (TNA) para las colocaciones de 30 a 44 días y por encima del 29,1% (TNA) para las colocaciones a 180 días o más. Por separado, el BCRA dispuso una suba de las tasas para sus operaciones de pases pasivos que quedarán en 21% a un día y 23% nominal anual a 7 días. En tanto, para los pases activos serán del 26% a un día, del 27% a 7 días y del 29% a 60 días.

Asimismo, sostuvo el fuerte nivel de intervención en el mercado de futuros que había caracterizado a las semanas previas. Vale la pena resaltar que el volumen negociado llegó a US$ 1.200 millones durante la semana previa a las elecciones y cayó a US$ 800 millones en la posterior. En tanto, las posiciones abiertas marcaron un récord de US$ 12.000 millones. A tal punto fue llegó el “frenesí” en el mercado de futuros, que el Directorio del BCRA dispuso que, a partir de ahora, quienes poseen contratos deberán ampliar las garantías hasta un 20% del contrato operado para seguir operando, las cuales se constituyen en pesos. Al mismo tiempo, se dispuso bajar el límite para operar con cada posición abierta de los contratos, lo cual significa que ningún jugador puede tener más de un 20% abierto de cada posición.

Al cierre de la semana, las reservas brutas cayeron debajo de los US$ 27.000 millones, afectadas por la fuerte caída del oro y pagos del sector energético y automotriz, redondeando un retroceso anual de US$ 4.447 millones. En tanto, las reservas netas de pasivos en moneda extranjera y swap de moneda con el Banco Popular de China se ubicaron levemente por encima de los US$ 1.600 millones, representando menos de 10% de las brutas y redondeando un retroceso levemente inferior a los US$ 14.500 millones en lo que va de 2015. En tanto, el TC de cobertura (circulante vs reservas brutas) se sostiene por encima de $ 15,5 por unidad, acumulando un alza de más de 36% en lo que va de 2015 frente al 11% que ajustó durante igual período el TCNO.

Pero, para colmo de males de la indigestión “Cristinista”, el mercado no sólo pareció convencerse de alta probabilidad de que el Ing. Mauricio Macri, el candidato presidencial de la coalición opositora Cambiemos, gane la segunda vuelta. Sino que, además, eligió posicionarse en consecuencia. Pero los festejos no fueron ciegos. La predilección fue clara por lo activos denominados en moneda extranjera (expectativa de ajuste cambiario) o con capacidad de suba en el contexto de un ajuste macroeconómico con, al menos, flexibilización de los controles de capitales (acciones empresas servicios públicos, bancos, etc.)

La reducción de los rendimientos de la deuda argentina fue lo suficientemente importante como para reactivar programas de emisiones de deuda externa de provincias y compañías, como YPF, que habían quedado en “Stand By” en la previa electoral. Hubo sondeos en algunos bancos para aprovechar este contexto por parte de la provincia de Buenos Aires. La intención es captar entre US$ 300 millones y US$ 800 millones que se necesitarían para gastos corrientes. Otras en la fila, que también tienen el firme propósito de lograr dólares en efectivo, son YPF y la provincia de Chubut.

En ese contexto, la obsesión kirchnerista en este fin de mandato está más clara que nunca: Llegar al próximo 10 de diciembre sin reconocer, ni hacer ajustes fiscales o cambiarios. Irse con todo, y dejarle la cuenta a la próxima Administración. A quien se encargará luego de responsabilizar por el ajuste de los desequilibrios macroeconómicos que ella misma generó y profundizó hasta niveles escandalosos.

Pues, lamentablemente, hay que volver a repetir lo que siempre dijimos: Los 8 años de gestión macroeconómica excesivamente expansiva e imprudente de la Administración CFK nos dejaron una Crisis de Balanza de Pagos de primera generación (de manual) Respecto de la cual, lo único pendiente es el desenlace.