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Kirchnerismo vs Presupuesto

Descripción del Producto

CRÓNICA DE UNA RELACIÓN DESTRUCTIVA.

Buena parte de las subestimaciones e, incluso, algunas sobrestimaciones introducidas en las distintas fuentes de ingresos y rubros de gastos de los distintos componentes del Sector Público Nacional No Financiero (SPNNF) tuvieron su origen en la adopción de supuestos macroeconómicos poco realistas, ya sea por exceso de optimismo o pesimismo. Al respecto vale la pena resaltar lo acontecido con los tres más importantes: Crecimiento del PBI, tasa de inflación (IPC y deflactor del PIB) y tasa de devaluación nominal

Gasto Primario. La administración NK y la CFK subestimaron sistemáticamente las erogaciones del Sector Público Nacional en el período 2007-2015. En particular, y en promedio, el gasto primario ejecutado durante ese período representó 26,7% del PIB (pico de 33% en 2015) y superó en más de un 18% el presupuestado oportunamente en la respectiva ley de presupuesto. Es decir, el Poder Ejecutivo Nacional (PEN) ejecutó discrecionalmente una cifra promedio anual equivalente a 4 puntos del PIB. Ese valor, por ejemplo, superó el ritmo medio de crecimiento anual que mostró el PIB durante ese mismo período según las mediciones privadas (2,9% según medición propia) e, incluso, según las propias mediciones oficiales (+3,8% según INDEC) El año con mayor “ejecución discrecional” del Gasto Primario del SPNNF fue 2014, ya que durante ese período la porción de la ejecución que no fuera oportunamente presupuestada equivalió a 5,6 puntos del PIB. En tanto, los períodos de menor ejercicio de la discrecionalidad por el lado del Gasto Primario fueron 2007 y 2012 (2,4 y 2,5 puntos del PIB, respectivamente)

Recursos. En el caso de los recursos corrientes y de capital, vale la pena diferenciar entre los genuinos y los no genuinos. Dentro de los últimos están considerados los giros de utilidades devengadas sobre Reservas del BCRA (emisión monetaria) y la utilización de la rentabilidad obtenida sobre los recursos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) por parte de la ANSES que básicamente constituye un endeudamiento no registrado con el sistema previsional.

En el caso del BCRA, subrayemos que esa entidad no realiza la ganancia contable (el incremento de su activo y de su patrimonio contable) que obtiene como resultado de, en su mayor parte, el impacto de la devaluación nominal del peso sobre el valor en pesos de sus tenencias de activos externos (Reservas) Pues, para hacerlo debería salir a vender reservas. En consecuencia, monetiza dicha variación contable (emite pesos) remplazando el respaldo patrimonial (PN) de ese mayor valor del activo en pesos, por un nuevo pasivo (los pesos emitidos) Ergo, ese supuesto ingreso financiero, no es más que emisión monetaria pura y simple que es directamente transferida al Tesoro Nacional para financiar gasto y que implica un reducción del valor patrimonial del BCRA.

En el caso del ANSES, subrayemos que al tratarse de un sistema de reparto y una población demográficamente envejecida, esos recursos deberían ser reinvertidos para, justamente, asegurar la sustentabilidad futura de las prestaciones a cargo del SIPA. Sin embargo, como el ANSES tomó a su cargo prestaciones (planes sociales) que superan ampliamente sus ingresos genuinos, debe utilizar parte de las utilidades obtenidas sobre los recursos del FGS para financiarse. Ergo, se está financiando el déficit presente a costo de incrementar el rojo futuro.

Dicho eso, podemos afirmar que el período 2007-2015 el PEN subestimó los ingresos genuinos del SPNNF en unos $ 241.000 millones. La porción no presupuestada equivalió a 1,25 puntos del PIB acumulado durante el mismo período. El año de mayor subestimación de los ingresos genuinos fue 2008 cuando los mismos llegaron a representar 3 puntos del PIB. De esta manera, y en promedio, poco más de 5% de los ingresos totales del SPNNF acumulados en el período 2007-15 no fue oportunamente presupuestado, pues los mismos promediaron un nivel en torno a 24,1% del PIB.

Intereses. Por lejos, se trató del rubro donde la Administración Kirchnerista tuvo los menores desvíos entre ejecución y presupuestado. En promedio, la ejecución de este rubro representó 2% del PIB durante el 2007-2015, frente al 2,1% que promedio el oportunamente presupuestado.

Resultados Fiscales. Uno de los datos característicos de la relación entre Kirchnerismo y Presupuesto, es que durante la mayor parte del período 207-15 el PEN subestimó el proceso de deterioro fiscal. Es decir, siempre presupuestó mejores resultados fiscales que los finalmente ejecutados. En términos de la propia contabilidad oficial, el resultado primario (con ingresos no genuinos) oportunamente proyectado en el período 2007-15 promedió un nivel de 2,1 puntos del PIB. En tanto, el efectivamente ejecutado hizo lo propio en -0,5. Ergo, el desvió fue de -2,6 puntos del PIB, superando en más de 100% la magnitud del presupuestado. En el caso del resultado financiero, el oportunamente presupuestado durante el período de referencia promedió un valor en torno a -0,1% del PBI y el realmente ejecutado lo hizo en -2,4%. Ergo, el desvió promedio fue de -2,3% del PIB. El año de peor resultado primario y financiero reconocido por la propia contabilidad oficial será 2015 (-2,9% y -5,1% del PIB, respectivamente) El año de mayor desvío entre ejecución y presupuesto también será 2015 (-4% para el primario y el financiero) Es más, podemos subrayar que la magnitud del desvío entre presupuesto y ejecución fue creciendo a medida que el proceso de deterioro fiscal se profundizó.

El resultado primario real (sin contabilizar ingresos no genuinos) presupuestado por el PEN para el período 2007-15 promedio un nivel en torno a 0,3% del PIB. En cambio, el realmente ejecutado fue de -2,7%. Consecuentemente, el desvío entre ejecución y presupuesto equivalió en promedio a poco menos de 3 puntos del PIB, superando en casi 10 veces la magnitud y mostrando el signo exactamente contrario al resultado primario originalmente presupuestado. El año de peor resultado primario real será 2015 (-6,4% del PBI) y el de mayor desvío también (-4 puntos del PIB) Algo similar puede señalarse respecto del resultado financiero real. Pues, en promedio el PEN presupuesto un rojo financiero de -1,9% del PIB para el período 2007-2015. En tanto, el finalmente ejecutado durante dicho período equivalió a 4,6 puntos. Es decir, 2,7 puntos del PIB más de rojo financiero. Nuevamente, 2015 se perfila como el año de mayor rojo financiero real (-8,5% PIB) y el de mayor desvío entre el ejecutado y el presupuestado (4 puntos del PIB)

Conclusiones: En promedio, durante el período 2007-2015 el Kirchnerismo ejecutó gastos primarios por 4 puntos del PIB más que lo originalmente se había presupuestado. De esos 4 puntos de gasto primario excedente, sólo 1,25 puntos del PIB o aproximadamente 30% fueron aportados por recursos genuinos por encima de lo presupuestado. Ergo, podemos afirmar que, 70% del gasto primario no presupuestado ejecutado por el Kirchnerismo en el período 2007-2015 tuvo como correlato emisión monetaria destinada a financiar el Tesoro Nacional (inflación), endeudamiento no registrado con el SIPA, endeudamiento registrado por encima de lo acordado en la ley de presupuesto correspondiente y/o depredación de las reservas del BCRA.

El paralelismo entre la predilección del Kirchnerismo por el ejercicio de la discrecionalidad en la ejecución del Gasto Público y las principales fuerzas detrás del proceso de deterioro del equilibrio macroeconómico local es evidente.

Es más, esa relación fue en ascenso durante el período de referencia, alcanzando un máximo en 2015. Pues, durante ese período la ejecución del gasto primario del SPNNF superará en 5,3 puntos del PBI lo oportunamente presupuestado, de los cuales sólo 1,3 puntos serán aportados por recursos genuinos por encima de los presupuestado. Los restantes 4 puntos del PIB serán en su mayor parte aportados por fuentes de emisión monetaria que evolucionaran por encima de lo oportunamente presupuestado: Incremento del stock de Adelantos Transitorios y giro de utilidades devengadas sobre Reservas del BCRA.

En otras palabras, la “sorpresa inflacionaria” (emisión monetaria para financiar gasto por encima de los presupuestado) fue, directa e indirectamente (la inflación fue el supuesto macro más subestimado), el principal instrumento utilizado por el Kirchnerismo para asegurarse el mayor grado de discrecionalidad posible en su ejercicio del poder. Le siguieron en importancia la depredación del Sistema Previsional y las reservas del BCRA.