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[Comercio Exterior]|Abril 2015

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Descripción del Producto

Los valores exportados de bienes apenas lograron alcanzar los US$ 5.231 millones durante el cuarto mes de 2015, cayendo 19% respecto del mismo mes de 2014 y registrando la décimo séptima caída interanual consecutiva. La misma fue explicada por una variación nula de las cantidades y una reducción de 19% en los precios promedio de exportación. El valor acumulado durante el primer cuatrimestre de 2015 apenas alcanzó los US$ 18.626 millones, ubicándose 17% por debajo del correspondiente al mismo período del año pasado. En este caso, las cantidades cayeron 3% anual y los precios se deterioraron cerca de 14% en los mismos términos de comparación.
A nivel de los destinos las mayores caídas correspondieron a los valores de los envíos de bienes al MERCOSUR (-19% en abril y -17% para el primer cuatrimestre), la Unión Europea (-25% y -20%), Chile (-2% y -17%) y el NAFTA (-32% y -24%, respectivamente) No hubo mercados para resaltar en sentido contrario, ya que las bajas fueron generalizadas.
En el caso de las importaciones, volvió a incrementarse el ritmo de contracción de los valores, ya que, esquema administrativo implementado desde el BCRA, la Secretaría de Comercio e, incluso, la AFIP con el objetivo de asegurar un saldo neto de divisas positivo mediante, los últimos evolucionan de la mano con los valores exportados. En particular, el valor de las compras de bienes al exterior cayó 12% interanual en abril y -15% durante el primer cuatrimestre, redondeando en consecuencia unos US$ 4.979 millones durante el cuarto mes de 2015 y US$ 18.206 millones para el primer cuatrimestre del mismo año. En el caso de abril el desempeño negativo fue liderado por los precios (-9%), con cantidades que cayeron (3%) En el caso del acumulado del primer cuatrimestre los guarismos correspondientes fueron de -10% y -5%, respectivamente.
De lo dicho se desprende un saldo comercial de apenas US$ 252 millones en abril de 2015, que resultó casi 70% inferior al del mismo mes de 2014. El acumulado del primer cuatrimestre fue positivo en US$ 420 millones (-57%) Todo gracias a que los superávits registrados a nivel del MERCOSUR, Chile, ALDAI, África y cercano y medio oriente más que compensaron los fuertes déficits registrados con el NAFTA (EE.UU., México y Canadá) China, el sudeste asiático y la Unión Europea.
Vale la pena resaltar el déficit comercial acumulado con Brasil durante el cuatrimestre de 2015, tanto por su magnitud (US$ 281 millones, más de la mitad del superávit total), como por el ritmo de deterioro del saldo bilateral. Pues, durante el mismo período del año pasado se había acumulado un saldo prácticamente nulo (+US$ 7 millones) Vale la pena entonces subrayar que ese deterioro se produjo en el contexto de una fuerte depreciación nominal del real, que al no poder ser amortiguada por la política cambiaria local, hizo que el Tipo de Cambio Real bilateral entre el peso argentino y la moneda brasilera cayera a nuevos mínimos para el período post diciembre de 2001.
Apartado: En el comunicado de prensa del INDEC se realiza un nuevo análisis parcial e incompleto En particular, el comunicado subraya la importancia del efecto de la contracción de los precios externos sobre los valores exportados, desconociendo o ignorando la caída de las cantidades exportadas e importadas y la perdurabilidad del cambio operado en el contexto externo.
En particular, cálculos mediante, sugiere que si los términos de intercambio no se hubieran deteriorado, el saldo comercial del primer cuatrimestre habría sido positivo en más de US$ 1.400 millones, un 43% superior al del mismo período de 2014. De esta manera, busca demostrar que el esquema macroeconómico local no tiene ninguna responsabilidad en la reducción del saldo externo. Asignándole toda la responsabilidad al shock externo.
Profundizando. En sentido crítico a ese argumento podemos afirmar.
En primer lugar, él mismo no toma en cuenta que la mayor parte de la caída de los valores exportados fue compensada, medidas administrativas mediante, por una contracción de las cantidades importadas. Peor aún, esas medidas mediante, las cantidades importadas cayeron más que las exportadas, lo cual juega un rol clave a la hora de obtener un saldo comercial abultado a precios de 2014. Es decir, que, de la misma manera, incompleta e incorrecta, que calcula el INDEC, pero en sentido opuesto, se puede afirmar que si no se hubiera aplicado el “cepo importador” el saldo comercial hubiera sido negativo en, por lo menos, US$ 540 millones.
En segundo lugar, no se puede considerar el nivel de términos de intercambio o de precios de exportación del primer cuatrimestre de 2014 como uno de equilibrio o representativo ya que, por un lado, está entre los más altos de los últimos 115 años y, por otro lado, fue resultado de un contexto internacional caracterizado por políticas monetarias excesivamente expansivas y, por lo tanto, transitorias, en las economías desarrolladas.
En particular, si por ejemplo se utiliza como referencia para valuar las exportaciones e importaciones del primer cuatrimestre de 2015 el promedio de términos de intercambio del período 2003-2014, se obtiene un déficit comercial superior a los US$ 1.400 millones. Es decir, el exactamente opuesto al que se consigue los termines de intercambio del primer cuatrimestre de 2014. El promedio 2003-2014 es mucho más representativo para los últimos 115 años y los años por venir, que el correspondiente al primer cuatrimestre de 2014.
Dicho de otra manera. Afirmar que el esquema de política económica local sólo es sustentable con un nivel de términos intercambios extraordinariamente alto, sólo contribuye a convalidar los argumentos respecto del grado de fragilidad del mismo.
En tercer lugar, un esquema macroeconómico “sano” es aquel que es capaz de lidiar con los shocks externos sin generar correcciones disruptivas o acumular desequilibrios que a la larga terminaran en una de ellas. El deterioro de los términos de intercambio no sólo es un ejemplo clásico de shock externo. Además, la ocurrencia de ese fenómeno y la magnitud de la misma eran más que esperable.
Por lo tanto, la falta de capacidad del esquema macroeconómico local para lidiar con el deterioro de los términos de intercambio, sólo es imputable a ese esquema y a sus responsables. Pues, el shock externo en cuestión estaba más que descontado. Aún más, la rigidez del esquema de política local (su baja flexibilidad) es un indicador más en pos de la urgente necesidad de un replanteo integral del mismo. Pues, el cambio que está experimentando el contexto externo no es un fenómeno transitorio. Sino, por el contrario, perdurable.
Conclusión: Sostenemos nuestra proyección de contracción de los valores exportados durante 2015 (-15% anual), redondeando US$ 61.000 millones. El menor nivel de exportaciones desde 2009. Todo esto como resultado de la caída de los precios externos, el mal desempeño de Brasil y la fuerte apreciación real del peso respecto de las monedas de sus principales socios comerciales.
Ahora bien. Seguimos esperando que la caída de las importaciones compense la mayor parte del efecto negativo de la contracción de las exportaciones sobre la oferta neta de divisas, dados el menor nivel de actividad proyectado a nivel local, la profundización de las trabas a las importaciones y la contracción de los precios de importación, en general, y de los bienes energéticos, en particular. Nuestra proyección es de US$ 55.700 millones.
De lo dicho se desprende una proyección de saldo comercial 2015 de sólo US$ 5.400 millones (-22% vs 2014), el cual contribuirá a sostener en niveles elevados las presiones sobre el mercado de cambios y las expectativas de inestabilidad.