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[TCR]|Junio 2015

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Descripción del Producto

El Tipo de Cambio Real Multilateral (TCRM) volvió a apreciarse durante junio de 2015, sumando el decimosexto mes consecutivo en tendencia negativa y alcanzando el nivel más bajo desde diciembre de 2001. El proceso de apreciación volvió a acelerar, aún a pesar de la recuperación nominal que mostró el euro respecto del dólar.

Profundizando. Durante el pasado mes de junio la alta tasa de inflación local y, consecuentemente, el alto diferencial de inflación respecto de nuestros socios comerciales, continuó siendo determinante. Pues, la misma más que compensó la devaluación nominal que el peso argentino experimentó respecto de la mayor parte de la moneda de sus socios comerciales (a excepción de Chile), determinado, en consecuencia, que el TCRM continuará en baja.

Cuantificando. El TCN Multilateral (TCNM) promedió un valor de 9,004 durante el pasado mes de junio (fijando diciembre de 2001 como la unidad), avanzando 0,6% respecto del mes previo y alcanzando prácticamente el mismo nivel que en junio de 2014. En tanto, el diferencial de inflación multilateral alcanzó registros de 25,7% anual y 1,3% mensual durante el mes en cuestión. En consecuencia, el TCRM promedió un valor de 1,181 durante junio pasado (fijando diciembre de 2001 como la unidad), retrocediendo -0,7% respecto del mes anterior y -20,9% respecto del mismo mes de 2014.

En el caso del TCR vs dólar, el proceso de apreciación real no desaceleró. La cotización oficial del dólar en la plaza local promedió un valor en torno a $ 9,05 por unidad durante junio de 2015, registrando un alza de 1% respecto al mes anterior y de 11,2% respecto del mismo mes de 2014. En tanto, durante el mismo mes la tasa de inflación local alcanzó un valor de 1,7% mensual, 12,7% acumulado y 29,5% anual, determinado un diferencial de inflación respecto del dólar de 1,6% mensual y 12% anual. De lo dicho se desprende un valor promedio para el TCR bilateral de abril de 1,004 (fijando diciembre de 2001 como la unidad) El cual resultó 0,6% inferior al registrado durante el mes previo, ubicándose 14,5% por debajo del correspondiente al mismo mes de 2014.

El guarismo de junio resultó un 38% inferior al promedio post crisis de 2001 (1,517, fijando unidad en diciembre de 2001) y prácticamente igual al valor que marcó el fin de la convertibilidad. Con lo cual, es innegable que el mismo se encuentra franca y significativamente atrasado, afectando no sólo el dinamismo de las economías regionales con perfil exportador (vid, frutas de pepita, de carozo, cítricos, algodón, miel, leche, etc.), sino también de los grandes complejos exportadores a nivel local (oleaginoso, cerealero, minero, etc.)

En el caso del TCR vs Brasil y en lo referente al pasado mes de junio, nuevamente la alta inflación local más que compensó la devaluación nominal del peso respecto de la moneda del país vecino. En particular, la cotización del real en la plaza local promedió un valor de $ 2,9078 por unidad, registrando un alza de 0,2% respecto del mes anterior. Aun a pesar de lo cual, ese guarismo se ubicó 20% por debajo respecto del mismo mes de 2014. En tanto, que el diferencial de inflación correspondiente se ubicó en 0,9% mensual y 18,9% anual. Por lo tanto, el TCR entre el peso y el real cayó 0,7% respecto del mes previo, acumulando un retroceso de más de 33% en los últimos doce meses.

En consecuencia, el nivel alcanzado por el TCR en cuestión durante el pasado mes de junio volvió a aproximarse a los mínimos registrados para la serie post diciembre de 2001 (marzo 2015) y quedó muy cerca del nivel promediado entre la crisis brasilera de 1999 y la crisis argentina de 2001. Con todo lo que ello implica para el dinamismo de la exportaciones argentinas a ese país y una relación comercial ya de por sí muy deteriorada, como resultado de las medidas de corte administrativo implementadas por la administración CFK para lidiar con el creciente desequilibrio de la balanza de pagos local.

Es decir, dada la negativa de la Administración CFK a realizar los ajustes necesarios cuando era oportuno hacerlo, el BCRA no tiene margen de maniobra para permitir que buena parte de los efectos negativos asociados al proceso de fortalecimiento internacional del dólar, por un lado, y el propio proceso inflacionario local, por el otro, sean amortiguados vía un ajuste del TCN oficial. Pues, dado el agotamiento del esquema de política económica local, cualquier intento de devaluación nominal significativa corre el riesgo de, al igual que en 2014, retroalimentar el proceso inflacionario y profundizar la recesión. De la misma manera, una reducción generalizada de las alícuotas de DEX profundizaría el déficit fiscal, acelerando el ritmo de emisión destinado a financiarlo y, consecuentemente, también impactaría al alza sobre el proceso inflacionario local (erosionando rápidamente la mejora de rentabilidad por esa vía) primario necesariamente implica su monetización.

Ergo, hasta que se produzca, no ya un ajuste, sino más bien un replanteo integral y profundo del esquema de política económica, sólo nos queda esperar una profundización o, en el mejor de los casos, un sostenimiento del nivel actual de atraso cambiario. Todo lo cual, seguirá alimentando las expectativas de volatilidad macroeconómica de mediano-largo plazo; profundizando, directa e indirectamente, el proceso deterioro del nivel de actividad económica y empleo.