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[302]|Del 23 al 27/03 de 2015

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Argentina – Recalculando la estrategia oficial. El Merval cayó fuerte durante la semana pasada, dando cierre a un período de optimismo exacerbado, aún a pesar de la semana corta a nivel local (feriados del lunes y martes) e, incluso, el alza del crudo y su impacto positivo sobre el papel de YPF. La baja fue liderada por los ADRs, que durante los feriados fueron definiendo la tendencia negativa a la que luego se acoplaría la operatoria local.

En lo que hace al conflicto entre el Estado argentino y los Holdouts en Nueva York, después de que se conociera que el Juez Griessa le permitiría pagar los vencimientos del 31 de marzo al Citibank, tras el acuerdo privado con los holdouts, el juez ordenó a Euroclear y Clearstream (entidades de compensación y custodia de valores en Europa y EE. UU., respectivamente) retener el pago de bonos reestructurados de la deuda argentina, incluyendo, y no limitándose, a aquellos provenientes de Nación Fideicomisos y Caja de Valores. Como respuesta, las entidades presentaron un nuevo acuerdo con los Holdouts, que espera el visto bueno de Griessa, tal como lo hizo con el “Citibank”. En ese contexto, la Administración CFK busca enfrentarse al Citibank por no cumplir la legislación local, el contrato respectivo y no proteger adecuadamente el interés de los bonistas, aplicando una pena “ejemplificadora” vía Comisión Nacional de Valores (CNV) que, por ahora, implicó la suspensión hasta nuevo aviso de su operatoria en el mercado de capitales local.

Es de resaltar que el acuerdo entre los holdouts y el agente de compensación (City) implica por sí mismo un mayor riesgo respecto de la regularidad de los futuros pagos por los títulos reestructurados en 2005 y 2010. Ya que el mismo impone el deber de informar cualquier pago o bono relacionado con los securities argentinos en litigio, además del compromiso de retenerlos si Griesa lo ordena. Sin embargo, la regularidad de esos mismos pagos también resultaría afectada si el Estado Argentino decidiera comenzar con una saga de medidas judiciales que involucre a los agentes de pago, compensación y custodia. Ergo, por donde se lo mire, la posición argentina se debilitó significativamente durante la última semana, quedando nuevamente al borde del desacato, cada vez más sola y con un juez decidido a extender los límites de la competencia territorial de su distrito a fin de obligar al cumplimiento de su sentencia. Por lo tanto, el riesgo de los títulos argentinos volvió a incrementarse y, por lo tanto, la posibilidad de tomar deuda externa con un costo financiero sustentable quedó nuevamente lejos.

En tanto, y en una clara demostración de cambió de rumbo, la Administración CFK saldrá a colocar hoy bonos en pesos por un valor nominal de hasta $ 5.000 millones, mediante dos títulos, de 12 y 18 meses de plazo, que estarán atados a las tasas de Lebac a 90 días, destinada principalmente al sistema financiero y, en particular, a los FCI. Agobiada por el déficit fiscal, al límite del endeudamiento con el BCRA permitido por la Carta Orgánica del Organismo e imposibilitada de acceder a los mercados internacionales de crédito mientras se mantenga en suspenso la resolución del conflicto judicial con los holdouts y su onda expansiva, esta alternativa y el swap con China son las únicas fuentes financieras significativas con las que cuenta la administración CFK para financiar la expansión del gasto público prevista en el año electoral, con vencimientos de capital fuertes hacia el último trimestre, que podría estar sujetos a canjes. La operación no cambia el contexto macroeconómico del primer trimestre, ya que el Tesoro ya venía financiándose en forma significativa sobre el mercado interno en forma indirecta vía BCRA (emisión de pesos y esterilización vía Lebacs) A lo sumo alargará los plazos. Pero, hasta los tomadores son potencialmente los mismos.

En este contexto, el mercado de cambios sigue estabilizado a la fuerza, dado que el volumen de divisas liquidado por los exportadores en lo que va del presente año resultó 35% inferior al registrado durante el mismo período del año pasado. En particular, en el segmento oficial el billete cotizó en torno a $ 8,82 por unidad, con el BCRA interviniendo con ventas netas en torno a los US$ 30 millones diarios en promedio y el dólar paralelo se mantuvo planchado, iliquidez mediante.